El desayuno era un festín de sabores naturales, cada bocado estaba evidentemente preparado con cariño y atención al detalle.

El acceso al hotel es un poco complicado, especialmente para quienes viajan con maletas pesadas.

Ideal para un fin de semana romántico

El lugar es mágico, estaba rodeado de un espléndido parque y un pequeño lago que invitaba a pasear después de un largo día. Además, me sorprendió la atención de todo el personal, especialmente en la recepción, donde siempre estaban con una sonrisa y dispuestos a ayudar.

Claro, no fue barato, pero valió la pena cada centavo.

Despertar en un castillo encantado

La habitación era impresionante, просторная y elegante, con un baño amplio donde todo estaba bien diseñado. El desayuno estaba lleno de opciones frescas y deliciosas, y el personal hizo que cada momento se sintiera especial.

Una pequeña desilusión fue que el restaurante estaba cerrado esa noche, lo que nos llevó a buscar opciones en la ciudad. notamos que la decoración podría utilizar un toque más moderno para traer vida al lugar.

Qué experiencia tan mágica! Dormir en un castillo fue un capricho espectacular. La habitación, ampísima, y la cama, un abrazo de nubes. El desayuno, un festín de sabores naturales, además nos recomendaron restaurantes cercanos, como La Pause Thai, donde disfrutamos de una cena deliciosa.

Eso sí, llegar fue un paseo de obstáculos. las carreteras son un auténtico reto. Y aunque el baño lucía de lujo, puede que careciera de funcionalidad. Pero al final, ¡todo brilló por su encanto y tranquilidad!

Una experiencia mágica en un castillo

La habitación era increíble, súper amplia y la cama estaba de lujo. El desayuno era variado y delicioso. Tuvimos un pequeño problema con una lámpara que no funcionaba, pero fue sólo un detalle. La paz que se respira aquí es única, ideal para desconectar. Además, el servicio fue muy amable y siempre dispuesto a ayudar.

Una experiencia genial dormir en un castillo, con habitaciones amplias y un desayuno riquísimo. Además, disfrutamos del jardín y la terraza, perfectos para relajarnos. Solo que el restaurante estaba cerrado esa noche, pero nos recomendaron buenos lugares en la ciudad. 😊

Decidí darme el capricho de dormir en un castillo. La habitación era amplia y cómoda, y el desayuno incluía opciones frescas y naturales. Aunque no pude cenar en el restaurante, fue agradable recibir recomendaciones en recepción. Me gustó el entorno tranquilo y el lago cercano, ideal para pasear después de un día explorando. La atención del personal fue buena. Me sentí como en casa en este lugar, perfecto para una escapada en pareja.

El acceso al castillo puede ser complicado.

Una estancia mágica en un entorno impresionante. La habitación era espaciosa y el desayuno en el restaurante fue un festín de sabores naturales, cada bocado evidentemente preparado con cariño. Está rodeado de un hermoso parque y un lago, lo que hace perfecto para caminar después de un ajetreado día.

Acceso un poco complicado.

Gran tranquilidad y cama muy cómoda. El restaurante estaba cerrado esa noche.

Nuestro tiempo en el castillo fue realmente mágico. El entorno es impresionante, con vistas a un lago y un árbol centenario. Cenar en el restaurante fue una experiencia deliciosa, disfrutamos de la atención al detalle en cada platillo. ¡Incluso nuestro nieto quedó encantado!

Según mi mujer, el acceso al hotel podría ser complicado para familias con niños pequeños, ya que los caminos son un poco difíciles.

La habitación era enorme y súper cómoda, con una cama como de ensueño. La decoración tenía su toque clásico que hacía sentir que realmente estabas en un castillo. El baño también era amplio y bien equipado. Solo lamento no haber podido disfrutar de la cena en el restaurante esa noche, pero el desayuno fue un festín de opciones deliciosas y naturales, un gran comienzo para el día. Me encantó la tranquilidad del lugar, perfecto para relajarse.

Dormir en un castillo fue un auténtico lujo. La habitación, muy espaciosa, contaba con un diseño impecable y la cama era como un sueño. El desayuno ofrecía una variedad de croissants frescos que eran espléndidos. Sin embargo, el acceso al hotel por los caminos era un poco complicado y no pudimos cenar en el restaurante, lo cual fue una pena. Aunque el personal fue muy amable, el servicio podría mejorar en lo que respecta a la atención en ocasiones.